El estudio de la piel de los bebés desde su nacimiento.
Durante los últimos 70 años, nuestros equipos de investigación han desarrollado un conocimiento único y mundialmente reconocido, de la fisiología de la piel de los bebés, desde su nacimiento.
Durante los últimos 70 años, nuestros equipos de investigación han desarrollado un conocimiento único y mundialmente reconocido, de la fisiología de la piel de los bebés, desde su nacimiento.
La piel del bebé es muy suave, pero también muy frágil puesto que aún se está desarrollando.
Nuestro programa EV.E.I.L.S. (EValuation of Early Infant Life / focus on Skin), un estudio pionero en el mundo ha permitido realizar tres grandes descubrimientos sobre la piel de los bebés:
Su función de barrera está inmadura, es más porosa y necesita más protección contra las agresiones externas para preservar su capital celular. El capital celular (único para toda la vida) del que está dotada la piel de un bebé al nacer y que permite que la piel se regenere a lo largo de toda la vida, es especialmente vulnerable durante los 2 primeros años de vida.
Al nacer, es menos capaz de captar y retener el agua, por lo que se deshidrata con mayor facilidad y rapidez que la piel de los adultos.
Hay cuatro tipos de piel con diferentes características: normal, seca, muy sensible y con tendencia atópica. Este descubrimiento nos ha permitido orientar la formulación de los productos Mustela con activos específicos perfectamente adaptados a cada tipo de piel.
La piel normal: es la famosa "piel de bebé" a la que a menudo se hace referencia: es flexible, suave y cómoda. Sin embargo, es permeable a los agentes externos (contaminación, bacterias y polen) y se deshidrata constantemente.
Durante estos dos primeros años, es necesario hidratarla y protegerla a diario.
La piel seca está deshidratada y es menos rica en lípidos que la piel normal. Consecuencias: se vuelve áspera, rugosa, fina y puede pelarse o estar tirante, sobre todo en las zonas del cuerpo expuestas a las agresiones externas (aire caliente, frío,...).
La podemos aliviar fácilmente con productos adecuados y una atención diaria.
La dermatitis atópica, que ya afecta a uno de cada cinco niños, es una enfermedad inflamatoria, crónica y no contagiosa de la piel, que forma manchas rojas que pican y escuecen en zonas bien definidas del cuerpo y la cara.
Estos brotes crónicos diferencian la piel propensa a la atopia de otros tipos de piel y afectan a la calidad de vida y al sueño de los niños y sus padres.
La buena noticia es que se pueden controlar los síntomas de esta enfermedad (reducción de la intensidad y la frecuencia de los brotes) adoptando un comportamiento y un cuidado adecuados. Se atenúa con la edad.
La piel muy sensible de los bebés reacciona de forma instantánea y pasajera ante ciertos productos, a la más mínima agresión diaria o a estímulos que no ocasionarían ninguna irritación en la piel normal. Consecuencias: enrojecimientos y piel tirante, picor o escozor, pero que se calma rápidamente, sea cual sea la zona del cuerpo afectada.
Hay múltiples factores desencadenan reacciones en la piel muy sensible. Evite perfumar este tipo de piel y, para calmar la irritación y el enrojecimiento, es importante elegir productos de cuidado de la piel calmantes que protejan la barrera cutánea.
Una especialidad de la marca: hemos reconstituido modelos epidérmicos patentados de bebés de varias edades, les hemos dado el nombre de Stelaskin®.
Gracias a esta innovación, podemos estudiar en profundidad los diferentes tipos de piel, comprender mejor el impacto de ciertas agresiones cutáneas y evaluar y probar nuestros futuros productos en estos modelos de piel reconstituida.