Updated on Marzo 22, 2023
Created on Julio 11, 2019
El baño es muy importante para tu bebé: contribuye a su higiene corporal cotidiana y participa igualmente en su desarrollo sensorial. Es también un momento único de intercambio y complicidad.
El baño es muy importante para tu bebé: contribuye a su higiene corporal cotidiana y participa igualmente en su desarrollo sensorial. Es también un momento único de intercambio y complicidad que ambos comparten. Descubre nuestros consejos para disfrutar con tranquilidad estos instantes privilegiados y aprender a limpiar a tu bebé, sin dañar su piel delicada e inmadura.
Preparación del baño
Calienta la sala de baño a una temperatura entre los 20ºC y 22ºC.
Llena la tina con agua a unos 37ºC, midiendo la temperatura con un termómetro de baño.
(PREPARA DESDE ANTES TODO LO QUE NECESITAS) Ten a la mano todo lo que necesitas: toalla de baño, artículos de higiene, productos hidratantes, pañal, ropita o pijama.
Desviste a tu bebé y limpia sus pompis.
En el baño
Durante los primeros meses, sostén a tu bebé deslizando una mano debajo de su nuca y sus hombros, y la otra debajo de las pompis: se sentirá sostenido y seguro. Luego de 4 o 5 meses, puedes utilizar una silla de baño, si lo deseas.
Si enjabonar a tu bebé en el agua te resulta difícil, enjabónalo sobre el cambiador de pañal y luego enjuágalo en el agua.
Cuando el bebé pueda sentarse bien, lo puedes dejar en el agua. Sin embargo, nunca lo pierdas de vista, no importa la edad qué tenga, ni siquiera por un instante y con muy poca agua.
Utiliza productos de higiene sin jabón, especialmente adaptados para la piel delicada de tu bebé. Para la piel seca, se aconseja usar productos enriquecidos con agentes hidratantes altamente protectores y nutrientes (productos con Cold Cream, por ejemplo).
La cabeza y el cabello deben lavarse cada 2 o 3 días con un shampoo adaptado que no le irrite los ojos. • Si tiene costra láctea, elige un shampoo nutritivo específico que te ayudará a elominarlas. Para enjuagarle el cabello, utiliza un vaso, una regadera de baño, un duchador o simplemente tu mano en cuenco, según lo que sea más agradable para él.
Después del baño
Abriga rápidamente a tu bebé con la toalla, y luego sécalo suavemente, sin frotar. Ten especial cuidado con las pompis y los pliegues (muslos, axilas, cuello, pies, etc.).
Hidrátalo masajeando su cuerpo con una loción corporal o con un producto a base de Cold Cream, si tiene piel seca. Cuando dispongas de más tiempo, no dudes en prolongar el masaje para su placer y el tuyo.
Para perfumarlo suavemente, puedes utilizar unas gotas de agua de tocador sin alcohol, para vaporizar sobre su cuero cabelludo.